martes, 26 de enero de 2016

Mi particular Maratón, una carrera de fondo.


Recuerdo el principio, esos primeros kilómetros, en los que ninguno imaginábamos lo duro que sería, la gente nos había avisado, pero nos daba igual, queríamos comprobar la dureza de esa Maratón en la que unos cuantos locos nos habíamos embarcado. Los más veteranos nos daban consejos, nos advertían que los primeros kilómetros serían muy duros, muy diferentes a lo que habíamos vivido hasta ahora. Al principio creí que trataban de meternos miedo, pero tardamos poco en comprobar que no, que era una realidad que afrontaríamos durante mucho tiempo, durante muchos kilómetros.

Tardé en hacerme a la carrera, la preparación para ella había sido adecuada, pero eso no bastaba, el terreno era duro y no lo esperaba, no tan duro. Los primeros abandonos no tardaron en llegar, y eso no ayudaba, desmotivaba más bien, pero eran parte de esa particular Maratón. Poco a poco, nos fuimos haciendo con la prueba, cogiendo nuestro ritmo, unos más rápido, otros menos, pero al fin y al cabo un ritmo que nos permitía dejar atrás esos primeros kilómetros. El final de esta Maratón, no es que no se viera, es que ni se intuía y eso era una sensación la rara, en la que a pesar de superar kilómetros, no tenía sensación alguna de avanzar, me veía en el mismo punto.

En la Maratón convencional, se dice que el kilómetro 30, es "El Muro", lo más difícil de superar. En esta Maratón nuestra, todos hemos tenido nuestro Muro, algunos incluso varios muros, y de esos muros hemos aprendido mucho, nos han fortalecido en la carrera, superar esos muros nos daba la motivación necesaria para seguir. Tras pasar estos muros, repetíamos una y otra vez el mismo mensaje en nuestras cabezas, "después de esto no puedo dejarlo, ahora tengo que acabar" , teníamos claro el mensaje, tan claro como los siguientes kilómetros serían tan duros o más como los anteriores.

Y tras muchos kilómetros, y muchísimo sufrimiento, aquí estoy, en mi particular kilómetro 42, con la meta de fondo. Lo duro ya es historia, y ahora toca disfrutar y saborear este kilómetro. En la meta están esperando todos los que me han acompañado en este camino: compañeros de carrera, familiares y amigos, sin los que no habría sido posible llegar a este Km 42.

Mi particular Maratón, una carrera de fondo, y que carrera.....





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