" Caminante, son tus huellas
el camino y nada más.
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar. "
Lo escribió Antonio Machado, lo cantó Joan Manuel Serrat, lo vivimos todos cada día.
Y en esas estamos, queriendo caminar sin saber bien hacia donde, buscando caminar para encontrar ese nuevo camino que nos lleve a la siguiente parada, a la siguiente etapa. Caminar parece algo sencillo, solo hay que mover tus pies hacia una dirección ¿no? , el problema está en la dirección, en el camino que haremos al andar, ¿será el adecuado? ¿será el deseado? para descubrirlo solo podemos hacer una cosa, caminar. Y vuelvo a caer en la redundancia de camino y caminar, pero es inevitable hablar de la toma de decisiones sin caer en ella, porque de eso trata la vida, de tomar decisiones y vivir con ellas, de caminar y hacer camino.
Veo la vida como una estación de tren, en la que cada decisión, cada tren, te lleva a un sitio diferente, que solo sabrás si merece la pena una vez recorrido el camino. Creo que debemos subirnos a cada tren con decisión, convencidos de que irá bien, porque hasta en el caso de que vaya mal, o no todo lo bien que esperamos, ese viaje nos habrá servido para aprender y para mejorar. Caminemos, hagamos kilómetros, tomemos decisiones, cometamos errores, porque solo así, encontraremos nuestro camino.
Veo la vida como una estación de tren, en la que cada decisión, cada tren, te lleva a un sitio diferente, que solo sabrás si merece la pena una vez recorrido el camino. Creo que debemos subirnos a cada tren con decisión, convencidos de que irá bien, porque hasta en el caso de que vaya mal, o no todo lo bien que esperamos, ese viaje nos habrá servido para aprender y para mejorar. Caminemos, hagamos kilómetros, tomemos decisiones, cometamos errores, porque solo así, encontraremos nuestro camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario