He querido esperar unas semanas, para mirarlo todo desde una perspectiva más tranquila y no quería que esto fuera el resultado de un pensamiento en caliente. Pero una semana después sigo pensando igual, así que he decidido escribir sobre ello. ¿Qué de que hablo? Voy a explicarlo.
Situémonos, Fiestas de Primavera de Murcia, si duda para mi la mejor semana del año, una semana en la que los murcianos se echan a sus calles para celebrar sus fiestas patronales. El Bando, El Entierro, La Batalla de las Flores, las barracas, los desfiles sardineros... todo esto forma parte de la semana y cada murciano lo vive a su manera, por eso me encantan.
Puedo entender que te gusten más alguno de los días que otros, también puedo entender no te gusten, o incluso que las detestes (me cuesta mucho, pero lo entiendo), lo que jamás entenderé es a aquellos que deciden adoptar la posición del perro del hortelano, ni comen ni dejan comer. Es decir, no solo no le gustan las fiestas si no que además se dedican toda la semana a resaltar todos los aspectos negativos de las fiestas, y a quejarse amargamente de los actos que las rodean. Y esto a mi me jode de sobremanera.
Supongo que elementos de estos habrá en todas la ciudades, imagino a un pamplones quejándose de que "por culpa" de los encierros de San Fermin siempre cortan tal calle, o que son demasiado temprano y no le dejan dormir tranquilo. Imagino también que ese hombre se dedicará a contar cuantos atendidos por intoxicación etílica hay al día y cosas del estilo. Me lo imagino y me causa la misma repugnancia que me causan los perros del hortelano murcianos, agonías pijo!
El Perro del Hortelano Murciano, se queja de lo sucios que quedan los parques el día del Bando, no te habla del ambientazo que hay ese día en Murcia no, se queja de la cantidad de zagales borrachos que ve al día, y tampoco te habla de las familias enteras que disfrutan del desfile. El Perro del Hortelano Murciano te habla de lo caras que son las Barracas, pero nunca te habla del gusto que da juntarse con amigos en las Barracas, amigos a los que hace tiempo que no ves pero con los que mantienes la tradición de comer en una barraca. El Perro del Hortelano Murciano se queja del día del pastel de carne y de que la gente haga cola para comerse un pastel gratis, pero no hace ni una sola mención a los paparajotes.
Llega el momento de los Sardineros y sus batucadas, y entonces el Perro del Hortelano Murciano se queja del ruido que hacen, y de que hagan varios desfiles en lugar de uno solo. El Perro del Hortelano Murciano no dice que esos días es maravilloso pasear por las calles gracias al ambiente que dan estos desfiles. Desfile del Entierro, y ahí está el Perro del Hortelano Murciano, quejándose de lo mal que queda "saltar como locos" por un balón de plástico, pero no habla de la cara de felicidad del niño que recibe el balón.
El Perro del Hortelano Murciano quizás tenga razón en muchas de sus quejas, pero en mi humilde opinión debería dejar de quejarse de todo, e intentar disfrutar de nuestras fiestas, o al menos dejar disfrutar a los que si que aprecian estas fiestas.
Foto de @Jesus_Garcia84
Mira tú. Pues habrá que ir algún día "camino Soria".
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