El Lunes posterior a la boda, tocaba despedirse otra vez, mi compañero de viaje y yo emprendíamos rumbo a Oaxaca, por su parte la familia del novio iba a recorrer otra zona de México, y los novios tenían por delante una semana de trabajo más antes de su luna de miel. Volvamos a situarnos, ¿dónde está Oaxaca? Oaxaca es una región situada al sur de México y está considerada como la zona de mayor complejidad geológica del país.
Viajamos durante toda la mañana y llegamos a primera hora de la tarde, tras localizar el hostal y dejar las maletas, fuimos a comer algo y empezamos a degustar la típica comida Oaxaqueña (la mejor del viaje en mi opinión). Nuestra idea era que el viaje a Oaxaca fuera un viaje tranquilo y sin agobios, así que decidimos que esa tarde no haríamos nada de turismo, y simplemente daríamos un tranquilo paseo por el centro de la ciudad. Ese paseo nos bastó para descubrir que Oaxaca era otro rollo, un rollo muy distintos al caos del DF, era tranquilidad absoluta, era buen rollo, era una ciudad muy, muy bohemia llamemosla bohemia, mucho artista callejero, venta ambulante, pero no una venta que te agobiaran intentando colocar algo al turista, no, una venta que te invitaba a ir a interesarte por el producto, en definitiva otro rollo. Y nos gustaba ese rollo. Tras una cena rápida antes de regresar al hostal, dimos con la que sería una tienda de visita obligada durante todos los días que estuviesemos allí., la chocolatería. Habíamos oído hablar del chocolate de allí y no decepcionó.
Ya de regreso al hostal, nos dimos cuenta de que habíamos elegido un hostal idóneo para nuestros días allí, subimos a la terraza y tomamos unas cervezas con un cantautor argentino y un estudiante alemán que estaban allí. Esa terraza era el lugar ideal para conocer gente!
El día siguiente lo dedicamos a recorrer el centro de la ciudad, Oaxaca tenía muchas iglesias y zonas verdes que visitar, además el tiempo acompañaba y pudimos disfrutar de un paseo agradable. Algunas zonas de allí como la plaza Santo Domingo, o una de las iglesias con la Cruz de Caravaca, nos trasportaron momentáneamente a nuestra querida Murcia.
Comimos en una céntrica plaza mientras veíamos de fondo un partido de Champions, que es sorprendentemente seguida en México. Dedicamos la tarde a visitar un Mercado de allí, donde vimos los famosos Chapulines (insectos listos para comer) y llegando al hostal, dimos con una representación de bailes populares de allí.
Esa noche fue especial, celebrábamos el cumpleaños de mi compañero de viaje, así que decidimos comprar unas cervezas para invitar a quien quiera que hubiera en la terraza del hostal. Y tuvimos suerte, nos juntamos un grupo de jóvenes venidos de distintos países, estaba el alemán de la noche anterior, un chico brasileño, otro chileno, una americana, una alemana, una francesa y dos mexicanos. Algunos viajaban solos, otros de dos en dos.... todos tenían distintos motivos para estar allí, y realmente tuvimos una noche de conversación agradable. Estuvimos tan agusto que decidimos hacer juntos una excursión el día siguiente, y a través del hostal contratamos un tour por zonas cercanas a la ciudad.
Esa mañana tocó madrugar para la excursión. Nos esperaba un día largo por delante, ya que la excursión era larga y tenía varias paradas. En primer lugar fuimos al Árbol del Tule, que es el arbol con el diámetro más grande del mundo. Posteriormente fuimos a una fábrica artesanal de alfombras, realmente no era una fabrica, si no un poblado donde sus habitantes se dedicaban a ese negocio, y nos enseñaron las distintas etapas de fabricación. El siguiente lugar que visitamos, fue mi favorito del viaje, visitamos Hierve el Agua, que se trata de una zona montañosa donde antiguamente había un volcán, y ahora hay un lago donde nos pudimos dar un baño (el agua estaba congelada pero fue un baño genial). Tras visitar Hierve el Agua, paramos para comer y después de la comida, visitamos los dos últimos puntos de la excursión, unas ruinas a las afueras de la ciudad, y una fabrica de Mezcal, bebida típica Mexicana, mucho más típica que el Tequila diría yo.
Esa noche fuimos a cenar y a tomar unas cervezas con nuestros nuevos amigos, sería a modo despedida pues el día siguiente todos tomaríamos distintos caminos.
Iba a ser nuestra última mañana juntos, pues mi compañero de viaje y yo también tomaríamos caminos distintos. El seguiría de ruta por México (ojalá hubiera podido acompañarlo) y yo me reuniría con los familiares del novio para volver a Orizaba a despedirnos de él y desde allí ir a DF donde pasaríamos los dos últimos días antes de volver a España. Dedicamos la mañana a dar un último paseo por Oaxaca, y después de comer nos reunimos con la familia del novio, que también había pasado dos días en Oaxaca. Tocaba uno de los momentos duros del viaje, despedir al que había sido mi inseparable compañero durante esas 2 semanas, aparte no sabíamos cuando nos volveríamos a ver.
Esa misma tarde regresamos a Orizaba, y llegamos a tiempo para cenar con la pareja de recién casados. El día siguiente tocó despedirlos a ellos, ya que iniciaban su viaje de novios. Otra despedida dura, más dura que la anterior, puesto que la distancia auguraba que nuestros caminos tardarían en reencontrarse. Aprovechamos también para buscar transporte para ir desde la casa donde teníamos todas nuestras cosas hasta el hotel en DF. Los dos últimos días en DF apenas los aproveche, estaba muy cansado del resto del viaje, y simplemente recuperé horas de sueño, e hice las últimas compras para regalos familiares.
El viaje había llegado a su fin, por delante quedaban muchas horas de aviones y tren hasta llegar a Murcia, en toda fueron unas 28 horas viajando, pero daba igual, la experiencia en México había sido tan buena que el viaje se hizo corto!
Si habéis llegado hasta aquí, me conformo conque hayáis disfrutado la mitad de lo que yo lo he hecho reviviendo este viaje.
Ha sido un placer!