Todos los que amamos el fútbol hemos soñado alguna vez con jugar en nuestro estadio defendiendo los colores de nuestro equipo, y yo he podido hacer mi sueño realidad.
La mala situación económica del Real Murcia, le ha obligado a buscar fuentes de ingreso extra con soluciones imaginativas. Una de ellas ha sido abrir las puertas del estadio a los aficionados para que podamos cumplir el sueño de jugar un partido en Nueva Condomina. Por Nueva Condomina han pasado los más grandes, Iniesta, Cristiano, Messi, Robben, Di Maria, Luis Suárez, Xavi,Casillas, Torres... todos han jugado allí. Y por supuesto Acciari, Kike y Richi, mis grandes ídolos, también han pisado ese césped y ahora me tocaba a mi.
Sábado 18 de Junio de 2016, una fecha que quedará para el recuerdo. A las 10.30 estabamos citados en la puerta del estadio para poder cumplir un sueño. De ahí a vestuarios a ponernos nuestras mejores galas para la ocasión. Como ambos equipos estaban formados por murcianistas, y todos queríamos jugar de grana en NC, decidimos que cada tiempo lo haría uno de los equipos. A nosotros nos tocó empezar de blanco y dejábamos la grana para la segunda parte.
Todo estaba listo, ambos equipos en el túnel de vestuarios preparados para saltar al campo. Caras de concentración, era el partido de nuestras vidas. En mi equipo, mi gente, mis hermanos de grada, esos con los que tantas veces he reído y llorado junto a nuestro escudo. Enfrente? Otro puñado de murcianistas entre los que también había alguna cara conocida. El arbitro dio la señal y llegó el momento de saltar al campo, se que el estadio estaba vacío, es decir en el fondo de mi interior lo sé, pero juro que en el momento de saltar al campo vi toda la grada llena, toda la grada llena de camisas granas que nos brindaron una gran ovación.
Tuve la suerte de salir de inicio y ocupar el puesto que siempre (las pocas veces que he jugado) he ocupado, lateral derecho. En ese momento me sentía Juanma, me sentía Pignol, Molinero y otros tantos laterales que han defendido nuestro escudo. El partido comenzó y tardé poco en darme cuenta que el campo es mucho más grande de lo que parece, pero mucho más, un par de cabalgadas en banda y mis piernas decían basta, mis piernas decían basta pero mi corazón y mi ilusión decían que hasta el final!
La segunda parte fue muy especial, especial porque nos tocaba jugar de grana y especial porque atacábamos en fondo sur , nuestro fondo. Obviamente el fondo estaba vacío, pero puedo asegurar que yo lo vi lleno, lleno de banderas y bufandas como en las grandes ocasiones, alentándonos. En esta ocasión combine el lateral diestro como el interior de la misma banda, y tuve ocasión de pisar un poco de área. Ni de le lejos estuve cerca del gol, pero las sensaciones fueron inolvidables. Poder jugar con mis amigos granas sobre nuestro césped, hacer jugadas entre nosotros en las que nos sentimos como nuestros ídolos. Fue sin duda una de los mejores días de mi vida.
¿El resultado? El resultado es lo de menos. ¿Eso significa que perdimos? Pues sí, pero el resultado sigue siendo lo de menos. Durante todo el partido tuve la sensación de que me iba a despertar, de que eso no estaba pasando realmente, que era un sueño. Y si que fue un sueño si, un sueño cumplido.